Cuando la literatura infantil se nutre de la vida, y viceversa


El día que le conocí, Edmundo Browne traía una carpeta llena de dibujos y un corazón repleto de historias. Estoy hablando de hace mucho tiempo, en un curso de Edición, en Barcelona. Él era uno de esos alumnos con los que enseñar tiene mucho de aprendizaje mutuo. El tiempo vuela. Eso dicen, y es cierto. Él voló a Chile, su país natal, y desde allí un día me escribió y me dijo: "Envíame tu dirección, que te quiero enviar un libro".
Fue poco antes de Navidad. Yo le envié mi dirección, pero el libro no llegaba. Le seguí la pista por la telaraña que nos une a todos los amantes de los libros infantiles, y esperé impaciente. Por fin, después de dar la vuelta al mundo, un par de veces, llegaron a mis manos los libros que aquí os presento. 


Ilustración de la portada de "Dibujos por madera", de Edmundo Browne. Ocholibros. Chile, 2013


Dibujos por madera, es la novela gráfica en la que Edmundo narra su experiencia tras el terremoto de 2010, que abatió las vidas de miles de personas en una de las zonas más pobladas de Chile. 
En este libro de crónica ilustrada se narran fundamentalmente las emociones y acciones del posterremoto, donde un grupo de personas —afectadas por el mismo suceso— acuerdan y se disponen a ayudar a construir dos casas para dos familias perjudicadas.
 Y lo consiguieron. El cómo es complejo de explicar, divertido, conmovedor. Pero ahí está, en forma de una experiencia de la vulnerabilidad y la cooperación, que este arquitecto-ilustrador ha convertido en un libro único.

Y lo consiguieron, también, gracias a aquella carpeta llena de dibujos que Edmundo no había hecho más que empezar a llenar. 

Pero ahí no quedó la cosa. La literatura infantil también ganó un cuento. Trascender la experiencia vivida y simplificarla hasta convertirla en un relato digno de un niño no es cosa fácil. 

"Desde ese momento comenzó a vivir bajo un espino..."

La casa de la oveja María es un libro ilustrado protagonizado por una oveja que necesita un nuevo hogar donde vivir. Sus amigos, con mucha voluntad e imaginación, se disponen a echarle una mano, pero no siempre es suficiente voluntad e imaginación, hace falta algo más. Quizá para los lectores infantiles ese "algo más" saltaba a la vista. ¿Quién sabe? 

Acuarelas de Edmundo Browne para "La casa de la oveja María"

Felicidades, Edmundo, por la calidad literaria, artística y humana de ambos libros.


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